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martes, 9 de septiembre de 2014

Contigo

Hay días en los que siento que eres lo mejor que tengo.
Y otros en los que tu recuerdo es el dolor que me arde en el pecho.
Otros en los que ni te tengo, que nunca te tuve, y ya te pierdo.
Y me pierdo en besos que llevan tu nombre y no son tuyos.
Que tuyo es todo lo que llevo dentro, en el alma y en el cuerpo.
Y es tu cuerpo el que me falta, que es mi manta, mi cabaña.
Allí donde junté un puzzle de lágrimas que llevo clavado en el pecho.
Y de mi pecho hasta mi mano todo es vida que por ti respira.
Pero respirar no basta, no basta, si me privan de tu aliento.
Y con tu aliento tendría alimento hasta el último de mis días.
Pero cada día se hace eterno cuando sólo te quiero en silencio.
Y es quererte y no poder tenerte lo que me mata.
Morir es existir sin ti, estar presente y vagar como un ente.
No estás, me faltas, y no basta, vivir no basta si no es contigo.
No sé si creo en el destino, pero creo en mis latidos.
Y son ellos los que se disparan por ti, y no le veo sentido.
Que es justo lo que he perdido, el sentido, la razón, el juicio.
Me llaman loca y todo mi pecado ha sido encontrar el amor contigo.
Contigo, sin ti, me falta el mundo, me sobra el aire.
Aire que tú respiras pero estás tan lejos que en él no te siento.
Y me siento, te pienso, te echo de menos.
¿Cómo puedo echar de menos lo que nunca he tenido?
Y aun así lo quiero. Un todo contigo.
Ser por ti, y estar contigo.

Escrito por: Meg 
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Twitter: @Esenciadeheroe

miércoles, 20 de agosto de 2014

Querido Olvido, ¿Dónde te has ido?



Querido Olvido:

¿Dónde te has ido? Tus vacaciones son las más largas que jamás he conocido.
Éste último año apenas recuerdo dónde he vivido.
Oculta entre mis grietas, remodelando el mobiliario.
Porque tus recuerdos me ahogan y me voy quedando sin espacio.

No me quería lo suficiente como para dejar que me quisieras.
Pero nunca dejé de quererte por lo que eras.
Una canción desde el alma.

No diré que no te extraño.
Pero tampoco me muero por estar contigo.
Agradezco lo vivido, tanto o más que lo soñado.
Cuando un futuro incierto a cambio de un segundo a tu lado
 no era nada.

Tampoco juraré ante un Dios tu nombre
diciendo que no volveré a verte.
Porque mis ojos seguirán buscándote
aunque no te encuentre.

De ti aprendí lo que era ahogarse fuera del agua,
y a no morir a base de cabezonería.
A volar a ras de suelo batiendo los brazos,
y a estrellarme una y otra vez por ausencia de los tuyos.


Te dejo mis ganas.
Me quedo conmigo.

Escrito por: Meg 
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martes, 12 de agosto de 2014

No pasa nada


Si nos pasa lo que nos pasa, si discutimos como discutimos, es porque tu inteligencia emocional es comparable a la de un salmón. En serio, recapacita, date cuenta, de que los errores no han sido mios, esta vez han sido todos tuyos. Las emociones hay que dominarlas, hay que usarlas para comunicarse, hay que comprender las propias y las ajenas, hay que saber manejarlas. No hace daño sentir, no hace daño saber, no duele la vida, solo el vividor. Debes vivir cada día como si no existiera un mañana. Porque el mañana podría no llegar, y el tiempo no retrocederá. Y entonces... ¿Qué harías? ¿Te gustaría dejarlo así, como está? No me gustan las palabras solitarias, las que nadie escucha, las que nadie sintoniza. No dejes que llegue el día, en que me eches de menos, y esta melodía haya dejado de sonar.
Porque una vez me preguntaron por la muerte, esa dama que siempre viste de luto, y esto es lo que dije: Haz que conocerte merezca la pena, que te echen en falta cuando no estés, y lo más terrible de todo. Que llegado el día, seas merecedor de sus lágrimas.
Te creí diferente, y supongo que engañé a mi mente, pensando que miente la gente que siente la muerte auspiciando inerte y paciente anhelos de un ente que padece condolente designios ingentes que me condenan a quererte mas alla de la vida y la muerte.
 ... y es en noches como ésta cuando tengo miedo, me inspiro, te recuerdo, y me pierdo.

Escrito por: Meg
Twitter: @Esenciadeheroe

domingo, 3 de agosto de 2014

Supongo






Nunca violé los versos de una guitarra ni dormí al abrigo de un sauce desnudo,
ambos muertos de frío por dentro.
Aunque recuerdo la vez en que soñé que lo hacía.
Adivina quién era mi compañía.

Sigo sin aprender. Sacrificando minutos que me oprimen el pecho por la noche,
donde el aire me huele a muerte y las paredes gritan mi nombre.
Y mi único analgésico...
rezar porque un mero recuerdo sepa vaciarme de miedos el pecho.

Supongo que lo que a mí me enamoró desde niña fue el mundo.
El olor a témperas. A imprenta.  Miradas que sonríen sin ser invitadas.
Supongo que me enamoré de la vida.
Por eso de ser mía.



Escrito por: Meg
Twitter: @Esenciadeheroe

martes, 15 de julio de 2014

De aquel día, ni idea



Me he perdido entre el blanco y el marrón. En un bucle de recuerdos hoy sin dueño, aparcados en un rincón. Incesante tintineo, como gotas en mi cerebro, una fuga de ideas y un millar de cuervos viejos. Ruido. Mucho ruido. Como si cada experiencia se acoplara duramente en la frialdad de mis huesos, impidiéndoles ser vida, convirtiéndoles en polvo. Te miro y no siento nada. El vacío de un espejo que me devuelve la mirada. Lo que fuimos y esa sombra que los años nos enseñaron a odiar tan tiernamente, sin darnos cuenta. Las formas en las que habré sabido quererte, y la de fantasmas que han tenido que renacer, para enseñarme a odiarte, secretamente, entre el vicio y el placer. Placer de discutirte hasta la última palabra.
Y yo trato de ser tu luz, de invocar mis fuerzas cuando resbalas, de demostrarte que no es un cuento ni una ilusión, que cuando caminas mis pies bailan y si me miras mis ojos te respiran. Me ahogo en los bares de mis sueños, y en el mar de la nostalgia. En los tiempos en los que la arena pintaba nuestros cuerpos por cada playa, hasta en las inexploradas. Sé del dolor en todas sus formas y las más fracturadas llevan mi nombre en la punta. El quise, el debí, el quizás y el tal vez. Los gritos que no he soltado y las lágrimas que habré tragado. El monstruo que adormita entre cada dedo, preparado para asfixiarme. El terror de encontrarme, y el de no recordarme.
No ser yo.

Escrito por: Meg
Twitter: @Esenciadeheroe