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miércoles, 25 de junio de 2014

Bailar sobre el tejado



El canto de las chicharras sonaba fuerte entre los árboles y ponía la banda sonora de aquella tarde en agosto. 


Ella salió al tejado con su cuaderno y su lápiz. La sombra del gran árbol la protegía del sol. Que se colaba entre las hojas acariciando su piel.

Era su rincón favorito de la ciudad.

Le encantaba observar desde allí, ver las chimeneas, ahora dormidas. Y jugar a adivinar qué haría el resto de personas en sus casas.

Su habitación, tan brillante y cálida.
Infinitos amaneceres y atardeceres se abrían tras el enorme ventanal…
Podía ver miles y miles, cada día. Todos eran diferentes. Unos los fotografiaba en su mente, otros sobre papel. 

Le gustaba pensar quién había vivido allí muchos años atrás… Y si también saldrían al tejado a contar estrellas y oler el sol. A dibujar, escribir, imaginar sin límites…
A leer libros de segunda mano y escuchar viejos discos usados.

Aquellas pequeñas cosas tan grandes, aquellos detalles sin importancia tan importantes, aquellos momentos únicos, tan especiales… Hacían que su vida fuese tan particular y le daban a la vez tanto sentido.

Le gustaba dejarse llevar. No pensar. Qué más daba el qué dirán… 
Lo importante era saber reir, poder llorar y bailar… Bailar sobre el tejado sin parar.

Disfrutar cada instante que la vida te da. 




Por: Lady Writer

miércoles, 18 de junio de 2014

Palabras calladas



Palabras calladas 

que no dicen nada.
Palabras calladas
entran por mi ventana.

Palabras calladas
esperan el amanecer.
Palabras calladas
escritas quieren ser.

Palabras calladas
buscando su lugar.
Palabras calladas
muertas de soledad.

Palabras calladas
en mis labios escondidas.
Palabras calladas 
que no surgen todavía.

Palabras calladas
tan calladas...
Silenciosas, cautelosas
Palabras calladas
tan calladas...
E irremediablemente ahogadas 
en el mar de tu mirada.

Palabras calladas
tan calladas...
Que no dicen nada.




Por: Lady Writer

martes, 10 de junio de 2014

Aventura a contrapunto



Tocabas en mi cuerpo 
como si de una partitura se tratase.
Y así  pasaste cada tarde
dibujando corcheas entre mis líneas.

Te dejaste llevar por el compás
bailamos en el mismo pentagrama.
Y nuestro ritmo al unísono
seguía sonando sin cesar.

En clave de sol,
de do, de fa
que más da...

Hicimos música 
entre besos y versos,
ahogando nuestro canto silencioso...

Eras mi aventura a contrapunto,
la nota detonante 
de cada melodía.

Y lo fuiste, 
siendo mi banda sonora
dulce melodía hasta el final...




Por: Lady Writer




martes, 3 de junio de 2014

Déjame soñar...




Dejo que todo fluya a mi alrededor,
todo corre en mi interior.
La paz se cierne sobre el este,
la tempestad asoma por el oeste.

Noto el calor acercándonos,
toco esa chispa entre ambos.
Tormenta de sol electrizante,
mil rayos queman al instante.

Siento que la lluvia aparece,
arena mojada refleja al verte.
Hojas flotando sin dirección,
viento entre susurros que aviva la quemazón.

Veo las brasas en tus labios,
marcas dejan a su paso.
Entre llamas, ardientes besos,
dulce incendio provocas en mi cuerpo.

Me dejo llevar sin temor,
arrastrada por tu ciclón.
Mas si estoy soñando, déjame soñar...
Y si estoy despierta, hazme olvidar despertar.





Por: Lady Writer

lunes, 26 de mayo de 2014

Punto interrogante



Lo nuestro empezó despacio, con calma.
Como los días tranquilos en primavera.
El césped bailaba bajo nuestros pies
y nosotros nos dejábamos llevar sobre él…

Mis uñas pintadas de rojo 
jugaban en tu pelo, en tu cuerpo…
Y tu te perdías muy lejos,
más allá de las nubes.

Pero no te decidías…
Me dejabas ahí, con la duda.
La interrogación abierta.

El sí, el no, el quizá…
Incógnitas que no podía soportar.

Te leía por la noches,
te contaba cuentos.
En los que imaginamos 
ser los protagonistas.

Tú te dormías entre mis brazos
después del amanecer…

Pero después desaparecías 
y la interrogación no se cerraba.
Yo empecé a nadar en otros mares
pero tú no decías nada, seguías callado.

Jugabas a caminar sobre dos ruedas,
pero te caíste del tejado
y ya era tarde…
Yo no estaba ahí para cogerte.

Entonces quisiste darme todo de golpe,
pero ahora ya no valía.
Así son los juegos…
Unas veces se gana 
y otras se pierde.

Te escondiste entre dudas y miedos.
Sin darte cuenta que yo estaba en otra parte…
No quería quererte con interrogantes.

Y todo quedó en el aire
cayendo poco a poco al vacío
Sin nada alrededor a lo que sujetarse…

Ni puntos…
                      Ni interrogantes...


Por: Lady Writer

lunes, 19 de mayo de 2014

Nos los quita...



Aquella tarde,
tumbada en el césped
a la orilla del lago
Oía el viento y te escuchaba,
susurrando a través de las hojas…

Puse forma a todas las nubes,
que tenían prisa 
y solo estaban de paso.

Me dejé llevar a otra parte
con la risa de los niños 
jugando a mi lado.

Esas tardes que olían a sol de verano.
Tan llenas de gente deseando disfrutarlas,
tan esperadas cada día del año.

Y yo escuchándote… sin quererlo.
Pero tus susurros 
habían quedado atrapados en el tiempo
en nuestros rincones especiales.
Que no eran pocos…

Y aunque no quisiera
ahí estabas,
en el tintineo de cada flor.
Mientras la brisa me acariciaba
como tu solías hacerlo…

Se me ponía la piel de gallina
al recordar tus caricias.
Pero hacía un año 
desde que te fuiste
y ya nunca volverías. 

Porque la vida, a veces, nos da regalos 
y momentos inolvidables…
Y otras, en cambio, 
nos los quita.



Por: Lady Writer

martes, 13 de mayo de 2014

Árbol herido...



Miré nuestras marcas tras el tiempo
miles de cicatrices bailaban por dentro.
Apariencia falsa que engañaba al resto
y que aún nos mantenía en esto…

Como la madera de un árbol herido,
corteza dura por fuera
y por dentro seco y destruido, 
esperando a ser abatido…

Yo tronco perpetuo de tu incendio
me quemaba una y otra vez en tu fuego.
Lágrimas que no limpiaban la ceniza,
solo avivaban el lamento…

Triste final el nuestro,
tras aquel largo invierno que nos dejó fríos como el hielo.
En el que en leña nos convertimos
olvidando hasta el recuerdo...




Por: Lady Writer