viernes, 19 de diciembre de 2014

Lucía (continuación)






-Lucía se sintió mal en esa situación, se dirigió a la habitación, se recostó, Esteban se hizo cargo de los platos, saco la basura, preparó café, golpeó la puerta que estaba entreabierta y se sentó a su lado en la cama, ella aceptó de buen agrado sosteniendo el pocillo con ambas manos, y comenzó a llorar, no entendía que sucedía, él la abrazó sin pronunciar palabra, y se recostó acariciando los cabellos, pensando lo mucho que la amaba, sabía que ella necesitaba tiempo, ayuda.


- ¿Que sería lo que la atormentaba?


-¿Que desdicha la alejaba?


- La abrazó muy fuerte apoyando la cabeza en el pecho y la dejo dormir, mientras él velaba su sueño.


-Despertó bruscamente tomándola entre los brazos, tratando de calmarla, besaba su frente, los párpados húmedos que vertían lágrimas salando sus labios, nuevamente la pesadilla, la hacía presa del pánico.


-Él deseaba consolarla hacerla sentir segura, que supiese que nada malo le pasaría, a su lado…


-La mañana los descubrió dormidos tomados de las manos, ella, con el rostro apoyado sobre el torso de él. Él sosteniéndola de su cintura con una mano y con un brazo debajo del cuello de Lucía, con el mentón sobre la frente.


-La joven despertó abrió sus enormes ojos y lo vio, lo sintió, tenía la nariz pegada sobre el velludo pecho, la fragancia la envolvía agitando la respiración, oía retumbar los latidos en su cabeza, segregaba fluidos sobre su sexo femenino, lo deseaba con insistencia, la voluptuosidad de él aproximada, tan cerca que podía sentirla erguida entre la cavidad que permitían las piernas de ella, al estar abrazados.


-Descendió suavemente rozándolo con la mano izquierda, quería tomarlo, agarrarlo con sus delgados y delicados dedos, guiarlo hasta las profundidades de su fuente sin contemplación, y volar hacia un viaje sin retorno, sabiéndose feliz cada vez que él la tomaba.


-Esteban había despertado percatándose, esperando ansioso el momento en que se decidiera actuar, sutilmente acerco su ingle hacia ella cerrando los ojos, fingiendo dormir la abrazó muy fuerte.


-Lucía con los deseos alborotados y el nudo en el pecho gimió de dolor por no tenerlo, lo besó, beso el cuello de Esteban mientras se introducía por la cremallera en busca de su erguido miembro.


-Él la desnudó lentamente mientras besaba sus pechos, jugaba con sus deseos, haciéndose dueño del momento, excitándola, lamiéndola, provocándole frenetismo y locura. La amaba ciegamente, sabía cómo llevarla hasta el precipicio y arrojarla a su sexo ardiente.


-La penetraba suave y delicadamente con un amor que lo llenaba de satisfacción, la quería, ella era su todo en el mundo, solo para él, saberse su dueño, la veía con júbilo desesperada gozándolo, llegando una y otra vez.


-Ella sentía que sus emociones se aglomeraban su amor por Esteban era inmenso, él la hacía sentir amada, complacía su sexo de una manera única, sus orgasmos la hacían levitar, solo Esteban conocía sus gustos más intensos lo que la encendía hasta sumergirla en el abismo de lujuria. Lo sentía penetrándola deseando eternizar esos instantes…
Continuará








Lucía:XXIII

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