martes, 28 de enero de 2014

D A Ñ O

Nos hicimos suficiente daño al creernos invencibles de las palabras e inmortales de cada roce, sin embargo, fuimos clavando estacas que desangran bestias entre el pecho y las piernas.

Inmóviles cual presa en la soledad de la selva y solamente aullando amores viejos atraíamos a nuestros captores, éramos la razón perfecta de sus colmillos y en esa felicidad mutua, masoquistas nos convertimos.

Jurabamos jamás volver a pasar por ese verso del amor enredado y torcido, bastó una coma bien puesta y la atracción era fresca en nuestras venas y corríamos como cazadores aunque en nuestro corazón las huellas de viejas heridas volvían a brotar penas del infierno.

Ahí estábamos, revolcándonos desnudos por las sábanas y rogando por más piel y más sangre para derramar y en casa orgasmo fuimos cazador y trofeo pero el daño fue bello, trágico y muerte mutua.

Éramos bestias con piel de seres humanos y solamente porque nos hemos vuelto a equivocar seguimos pensando que somos hombre y mujer equivocados de países.

Agradeciendo vuestra lectura, @Poetas_Nuevos
A vuestra disposición en mi blog : www.poetasnuevos.com/

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